En el día de hoy, el Dip. Santamarina expuso frente a sus colegas diputados, su postura frente a la despenalizción del aborto. Aquí su discurso. Palabras del Diputado: Señor Presidente, Estamos sesionando de cara al resultado de un debate que toca lo más profundo de la conciencia de cada uno. ¿Será porque sabemos que estamos hablando de dos vidas? ¿Será porque cada uno de nosotros sabe íntimamente que estamos eligiendo eliminar una de esas dos vidas? Ante esta oportunidad histórica que el sistema democrático nos brindó de debatir maduramente un tema que no podemos desconocer, como argentino y como diputado de la ciudad, hago uso de la palabra como un acérrimo defensor de la vida, desde la concepción hasta la muerte natural. Está científicamente comprobado que a partir de la fecundación existe un nuevo ser humano que ha comenzado a desarrollarse en el seno materno. Y, ese nuevo ser humano tiene derechos que están protegidos por nuestra constitución y por tratados internacionales. Ahondar en las razones científicas y jurídicas a favor de la vida del niño por nacer implicaría repetir argumentos que escuchamos reiteradas veces en las exposiciones que se desarrollaron en el Congreso. Es indudable que las mujeres han obtenido valiosas conquistas en el ámbito de los derechos que vieron postergados por mucho tiempo, y queda aún mucho más por trabajar para lograr una genuina igualdad. Uno de esos derechos es el que tiene a decidir sobre su propio cuerpo, derecho insoslayable y por el que debemos bregar. Pero, en el aborto, no es una afección lo que se está tratando, no es una parte de su cuerpo que están extirpando. Son fetos, embriones,cigotos, bolsas de células, elijan la forma en que prefieran llamarlo. Podemos cambiarle el nombre para acallar nuestra conciencia, pero el ser que se está gestando, no es nada más ni nada menos que una persona humana. Una persona que es también sujeto de derechos humanos, del cual el más elemental es el derecho a la vida. El problema del aborto nos exhorta a abordar con seriedad el tema desde todas las aristas y no exclusivamente desde posiciones filosóficas, científicas, legales, de salud pública o de creencias religiosas. El tema nos atraviesa como sociedad, de una forma compleja. A mi juicio, mediante la facilitación del aborto libre estamos omitiendo tratar el rol que debería tener el Estado en el acompañamiento y apoyo de las mujeres embarazadas como política de publica efectiva y perpetrada en el tiempo. Tampoco estamos tratando la mejora de las leyes de adopción ni de educación sexual. Todas cuestiones que son y debieron ser tratadas previamente ante la eventual legalización del aborto. Si algo hemos aprendido a lo largo de nuestra historia, es que la solución a los problemas jamás debe ser la violencia. Y, el acto de abortar es violento, así sea legal, seguro y gratuito. Siendo un país pionero en la defensa de los derechos humanos, donde no existe la pena de muerte, el aborto es un retroceso en esta materia. Los embarazos no deseados existen. Pero, deseada o no, LA VIDA ES. Es un hecho irrefutable y no podemos arrogarnos la potestad de eliminarla.

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